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Am Dm 1.- Yo era pequeñito, cuando murió mi viejo E Am fue tanta la miseria, que mi viejita y yo E Am comíamos llorando, el pan amargo y duro F E que en horas de miseria, mi mano mendigó. Am Dm 1.- Mi pobre viejecita, lavando ropa ajena, E Am doblaba su espinazo, al pie del tinajón E Am por míseras monedas, con que calmaba apenas F E Am las crueles amarguras, de nuestra situación. G C 2.- Fui creciendo a la bartola, y en mis años juveniles G C agarré por el camino que mejor me pareció. E Am me codié con milongueras, me adorné de copetines F E y el mejor de mis amigos, cuando pudo me vendió. G C 2.- Engreído me hice el guapo, me encerraron entre rejas, G C y de preso ni un amigo me ha venido a visitar, E Am sólo el rostro demacrado y adorado de mi vieja, F E Am se aplastó contra las rejas, para poderme besar. Am Dm 1.- Por eso compañeros, por tantos desengaños, E Am no me convence nadie con frases de de amistad, E Am hoy vivo con mi madre, quiero endulzar sus años, F E Am y quiero hacer dichosa su noble ancianidad. Am Dm 1.- Me siento tan alegre junto a mi madrecita, E Am es el mejor cariño que tiene el corazón, E Am ese sí que es un cariño que nadie me lo quita, F Am cariño que no engaña ni sabe de traición. G C 2.- A usted amigo que es tan joven, le daré un consejo de oro: G C Deje farras y milongas que jamás le ha de pesar E Am cuide mucho a su viejita, que la madre es un tesoro F E Am un tesoro que al perderlo otro igual no ha de encontrar. G C 2.- Y no haga como aquellos, que se gastan en placeres G C que se olvidan de la madre y no le importa su dolor E Am que la matan a disgustos y recién, cuando se muere, F E Am se arrepienten y la lloran y comprenden su valor.